Las sonrisas son más importantes de lo que alguien puede imaginar.
Una sonrisa puede cambiar mi mundo en tan solo un segundo. Una sonrisa puede quitar las miles de lágrimas que recorren una mejilla y terminan en unos labios.
También puede controlar el corazón, incluso de acelerar a este órgano sin que su dueño lo pueda retener entre su pecho.
Y por eso y por muchas cosas más me di cuenta de que es mejor sonreír a la vida que llorarle
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