jueves, 27 de octubre de 2011

Capitulo 1.

Hoy me voy a dejar de textos estúpidos, textos que muchos no tienen ni sentido y os voy a contar una historia de amor, probablemente el amor más grande y puro que haya conocido nunca. Los protagonistas de esta historia son Ana y Raúl, ella es una joven de 13 años que vive en Valladolid, bueno no en Valladolid capital, sino que vive en un pueblecito a 10 minutos de Valladolid en un pequeño chalet con sus padres y su hermano mayor, es muy guapa, o por lo menos eso dicen, tiene unos ojos verdes que hipnotizan, una sonrisa perfecta y el cabello color miel que le llega por los hombros, tiene una estatura media, casi llega a 1,60 pero eso no es problema para ella pues le encantan los tacones. Es una chica muy alegre, siempre se está riendo, es muy extrovertida y sin pelos en la lengua, siempre que tiene que decir algo lo dice y quizá ese sea uno de sus mayores defectos, también es muy atlética y deportiva, la encanta todo tipo de deporte pero sin duda alguna su deporte favorito es el judo, que lo lleva practicando desde que tenía tan solo 3 añitos. Ahora mismo lo más importante para ella es el judo, los estudios y sus amigos, por suerte tiene en clase a su mejor amiga, María, que la apoya y ayuda en todo, son tan iguales que no se podrían llevar mal. Él tiene 15 años y vive en León capital, en el centro de la ciudad en un piso desde el cual se ve esa preciosa catedral, vive con sus padres y con su hermana mayor, es un chico normal del que muchas dirían que es del montón, pero eso solo lo dicen las que no le conocen, tiene unos ojos enormes color marrón con una pestañas larguísimas, una sonrisa preciosa, con esos dientines que le asoman cuando se atreve a sonreír, lo mejor de su sonrisa son esos hoyuelitos que le salen en las mejillas, su pelo es marrón oscuro, un tanto áspero, y siempre lo lleva peinado con una especie de cresta, mide más o menos 1,80, es bastante alto, es un chico bastante tímido y vergonzoso, pero es muy alegre y sobre todo es un cachito de pan, lo da todo por los demás siempre que puede, aunque a simple vista parece un poco chulo. Le gusta ir al gimnasio todos los días, también juega al futbol y practica judo, se puede decir que a él también le gusta el deporte, pero para él lo principal ahora mismo son los estudios y si no le da tiempo a hacer otras cosas porque tiene que estudiar no las hace.
Ahora que ya los conocéis un poco os voy a contar su historia.
Estamos a principios de Febrero (2009), todavía hace frio, es sábado y Raúl hoy tiene competición de judo en Valladolid, Ana no compite pero siempre la gusta ir a verlo, Raúl y Ana aun no se conocen y ninguno de los dos se imagina que hoy cambiara su vida de alguna forma.
Son las 6:30 a.m, suena la alarma del móvil, Raúl estira el brazo, busca el móvil a tientas y lo para, se da media vuelta y sigue durmiendo, como siempre ese ha quedado dormido, por suerte a los 10 minutos se despierta pero ya va tarde a las 7:30 le pasan a buscar y como de costumbre tiene la mochila sin hacer y se tiene que duchar. Empieza a buscar los kimonos y todo lo que tiene que llevar a la competición, ya tiene hecha la mochila, se va a la ducha, se enjabona lo más rápido que puede, se aclara y sale, se viste y va a desayunar y a esperar que le vayan a buscar para encaminarse a Valladolid.
Son las 10:00 a.m, suena el despertador, como siempre Ana da al botón de 5 minutos más, se hace la remolona, se estira, se frota los ojos, da vueltas por la cama, abra un ojo mira el reloj y se vuelve a tapar para intentar dormir 5 minutos más, pero su sueño dura poco, no da tiempo ni de que vuelva a sonar el despertador cuando entra su padre en la habitación, le da la luz, la sube la persiana, la dice que s e levante que va a llegar tarde, le apaga la luz y se va, Ana empieza a despertarse, se baja de la cama, va hacia el baño, da el aguade la ducha, pone la música, se quita la ropa y se mete en la ducha.

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